Villarroel, R. (2013). Ética del desarrollo, democracia deliberativa y ciudadan ía biológica. una articulación en clave biopolítica afirmativa. (Spanish). Revista De Filosofía (00348236), 69257-276. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=zbh&AN=92950822&lang=es&site=ehost-live
En nuestra actualidad
la palabra desarrollo la entendemos o no la dan a entender nuestros gobernantes
como un progreso en cuanto a bienes materiales e industria. Un ejemplo de ello
puede ser cuando a un pueblo tradicionalista sus gobernantes traen
hipermercados o centro comercial, argumentando que esto trae desarrollo para
los habitantes ya habrá más oferta de productos y mejores beneficios para los
compradores. ¿Quién a primera vista no cree es desarrollo? Y sí preguntamos a
las personas del común sí esto es desarrollo muchos dirán que sí, pero sí
preguntamos a los pequeños tenderos y vendedores esto les trae perdidas y
tendrán que cerrar sus negocios y dedicarse a otra cosa. ¿Pero esto es
desarrollo? Ya que los dueños de estos hipermercados en su mayoría son
extranjeros o gente de un estatus económico alto, que a la larga se llevaran el
dinero de la población y lo invertirán en sus propiedades y para evadir
impuestos crearan fundaciones y en esto quedará lo que llamamos desarrollo. No
nos vallamos tan lejos veamos lo que sucedió y lo que está sucediendo con la
famosa Represa del Quimbo, auguro un mejor desarrollo para el territorio
Huilense y para ello se destruyó grandes
terrenos de fauna, flora y se desplazó a los habitantes de estos terrenos a
quienes les dieron dinero y tuvieron que iniciar sus vidas en otras
poblaciones. Además después de llenar la represa se ha sentido el cambio
climático en las poblaciones de sus alrededores y ha iniciado a cambiar el
sustento de los mismos. Es así que el desarrollo no puede limitarse al
crecimiento de objetos inanimados de conveniencia, o la industrialización, o el
progreso tecnológico, o la modernización social (Sen 2002)
Todos los temas éticos y filosóficos que nos presentan
pareciecen ser temas de literatura donde autores con títulos de filósofos,
pensadores, o doctores escriben novelas de un mundo ideal pero no real; pues
nos proponen argumentos que hasta un campesino que no ha asistido al colegio
sabría que el desarrollo de un pueblo se tiene cuando sus habitantes son
felices haciendo lo que les gusta; donde cada uno cumplimos con una labor
especifica dentro de la sociedad sin aspiraciones a convertirnos en
multimillonarios o terratenientes. Pero la realidad es otra que lo que
conocemos como democracia es lo que entendemos vulgarmente como “rosca” donde
unos pocos se enriquecen a costa del campesino y trabajador. En una analogía
“somos un pueblo con muchos hijos zánganos y pocos padres alcahuetes”. Todo
porque no son malos los políticos sino somos malos electores que siempre elegimos
al peor para que nos represente y nos traiga desarrollo.
La ética del desarrollo apuntaría a que la
sociedad democrática buscara que sus ciudadanos puedan alcanzar la realización
plena del tipo de vida de cada persona,
en la cual puedan alcanzar la felicidad.